...Aqui dejo mis esperanzas

En algún lugar los niños lloran de hambre.
Las familias en el hastío de una realidad agotada,
Con las esperanzas extintas,
Exhaustos de seguir luchando
Por algo mejor.

Sobrellevar mis fuerzas y mis sueños,
Nuestras fuerzas, nuestros sueños,
Lejos de acá, lejos de aquello que parece terrenal.

La cotidianidad se ve difusa y agobiada.
El odio crece con cada injusticia,
Con cada cinismo,
Con un ayer marcado por la violencia.

Canalizar la rabia,
Y crear conciencia por lo que vemos,
y que muchas veces no queremos ver.

Deber apresurar mis días,
Y los de otros.
Encontrar expectativas de vida en lo simple.
Tolerar que no somos únicos.
Y sabernos apoyados por aquellos que huyen
Del horror.

Una minoría escapa,
Un número aplastado por las “circunstancias”,
Esas que no se encuentran escritas,
Pero que todos parecen seguir,
Tal vez por no sentirse aceptados.
Tal vez porque mutuamente nos rechazamos.

Al final, una mayoría que se encuentra
Sumida en el miedo.
…un número que hay que reconocer
Entre mascaras y estrategias.

El tiempo es corto,
Y las ganas crecen cuando salgo a ver por mi ventana
El dolor y sobretodo la agonía de niños que no comprenden nada
Una felicidad que buscan corromper con unas cuantas campañas
Publicitarias y con el egoísmo cotidiano.
Estableciendo lo que no parece nada nuevo ante los ojos de todos.
Pero que nadie quiere ver.
Soledad mal encaminada.

Una juventud apresurada;
Subestimamos a lo natural que nos rodea;
Creyendo que la estética vacía, llena sus vidas,
Mas esto alimenta la pobreza propia.

Estar al tanto de que somos ínfimos,
Y que nadie es mejor que otro,
porque nos cubrimos de materiales iguales,
con semejantes capacidades.
capacidades que hoy nadie utiliza en beneficio de los demás,
si no que en pro del egoísmo de cada uno.
Estar al tanto de que podemos creer.

Aceptar,
Una lucha propia,
Sin fines ocultos e individuales.
Las maniobras al alcance de todos.
Respeto por vernos como algo efímero,
Y que destruye con palabras y acciones
Incautas todo lo que está a su paso.

Dejar escapar las oportunidades por hacer algo,
Se vuelve cada vez mas fácil.
Complicado es saber que nos falta tiempo
Para mirar lo simple,
Mirarnos y comprender
Que somos entes gregarios
Capaces de construir algo mas que odio.


Lejano al ayer

Destruye y huye del calvario;
En sus ojos edifica el futuro y el pasado.
Todo para ayer…
Tu dolor para el hoy.
Ese dolor maldito que nace de la impotencia,
Al ver que todo muere…
Al ver que los sueños de otros se suicidan
Gratuitamente a cambio de una estabilidad material.

No quiere y se rehúsa a saber que cada cosa que lo rodea,
incluso lo mas bello
desaparece en con los actos entupidos de unos pocos.
Entonces, se refugia en los sentimientos que lo llenan,
En palabras,
una vista hermosa,
o simplemente el ruido de los árboles en el ocaso.

Habla de lo que no existe,
pero sabe que hay algo más allá
No habla del pesimismo,
Pero si de las cosas imposibles que algún día hará.

Vuela entre los sonidos de la ciudad
y se deja caer en los brazos de la utopía.

Construye...
Construye lo tangible,
Pero mas importante es saber que
Construye sueños, con solo saberse con el poder de hacerlo
Y a cambio no pide nada,
Solo reclama que la vida le regale ensueños infinitos.